El avance de la digitalización aplicada a la producción, la comercialización y los servicios se acelera en dirección al reemplazo de casi todas las operaciones manuales pero también sobre aquellas que requieren del monitoreo, el control y hasta del aprendizaje para ser eficientes. ¿Será posible confiar más en las máquinas que en las personas? Invitado por SAMECO, Daniel Firka delineó aspectos claves para la Calidad y la Mejora Continua.

La mañana del 17 de mayo amaneció con el cielo cubierto de nubes oscuras y cargadas de agua. El aporte climático no fue más que el prólogo de la conferencia brindada por Daniel Firka en la Universidad del Salvador y que eligió como primer tema la “Cloudification”, el concepto que define la acumulación de información digital en un espacio virtual, “una nube que almacena datos codificados sin interrupción, casi sin límites y que está disponible cuando uno los necesita”, sintetizó el experto, graduado en ingeniería y sociología, y magister en ingeniería biomédica y estadística.

La profecía cumplida por la Ley de Moore (en referencia al creador de Intel), que predijo que cada dos años se duplicaría la capacidad de procesamiento de datos en dispositivos, fue destacado por Firka, quien además mostró varios ejemplos que vienen generando transformaciones en los procesos industriales, incluyendo a la actual Manufacturing 4.0, donde las máquinas se comunican entre sí, y dando lugar a la Internet de las Cosas (IoT). Al respecto señaló: “Ya existen computadoras del tamaño de un grano de sal a un costo de 10 centavos de dólar. La empresa Lift, similar a Uber, introdujo en Las Vegas una flota de 30 autos autónomos que trasladan pasajeros sin conductor. Y desde el 2001 la empresa Fanuc de Japón fabrica robots sin la intervención humana en un ambiente industrial sin iluminación bajo el sistema ‘Lights out Factory’, porque no se requiere de la presencia de una persona ni luz para ver”.

En cuanto a los efectos que estos cambios producen en la gestión de la Calidad y la Mejora Continua, expresó: “Los muestreos manuales se reemplazan por sensores online que suministran información a los sistemas. Estos los interpretan y toman decisiones, de modo que no es necesaria la intervención humana. Así se logra que mediante la inteligencia artificial los robots tengan la capacidad de aprender solos y modificar sus operaciones para ser cada vez más eficientes”.

Para ilustrar el alcance de este fenómeno también compartió el fragmento de una conversación desarrollada entre una persona y una máquina para pedir un turno con el peluquero. Cuando Firka consultó a los asistentes quién era quién, la mitad concluyó que se trataba de uno y la otra mitad de otro. Esta confusión dejó en evidencia el avance de este tipo de tecnologías, al punto que le permitió incorporar el término “Blockchain” utilizado para la transacción comercial y en el que, por ejemplo, se enmarca el bitcoin como moneda de intercambio, sin la necesidad de ser respaldada por una entidad financiera o el banco central de un país. “Estamos hablando de la confianza. Mediante la criptografía, como sucede con la firma electrónica, se puede garantizar y asegurar el movimiento del dinero digital. Estas cadenas de información blindada están cambiando los patrones de decisión y podría modificar sustancialmente la economía”, subrayó.

Sobre el final de la conferencia el día seguía lluvioso, y aunque el pronóstico indicaba despejado hacia la tarde, quedó la duda si en el futuro se cumplirá.